Por la doctora Vanina De Marco dermatóloga, miembro de la SAD, directora médica del centro ND Skin, Dermatología Clínica y Estética.
Es el momento ideal para realizar todo tipo peelings y mejorar así el aspecto de la piel “fotoenvejecida”.
Este método tiene muchos beneficios
Minimiza arrugas finas y poros dilatados, ayuda a disminuir o eliminar manchas, disminuye las secuelas de acné y mejora el estado general de la epidermis. También mejora las imperfecciones o marcas. Produce la renovación celular ya que elimina escamas y células muertas.
Luego del tratamiento la epidermis queda más permeable a todo procedimiento que se realice a continuación.
Para entender un poco más
La piel realiza su descamación natural cada 28 días. Con los años este proceso se torna cada vez más lento. Como consecuencia las células muertas quedan en la superficie y la epidermis cobra un tono ceniza, textura áspera, y en muchos casos, aparecen impurezas como puntos negros o espinillas. Por todo esto, acelerar este proceso enlentecido, es muy importante para conservar la belleza y la salud de la piel.
Tipos de exfoliación
Existen exfoliaciones mecánicas y químicas
Se denomina exfoliación mecánica, cuándo, cómo la palabra lo indica, la exfoliación se realiza por efecto mecánico. En cambio cuando la descamación se produce por la acción de distintas sustancias, como fenol, ácido salicílico o ácido tricloracético, entre otros, se llama exfoliación química. En este caso la cantidad de capas de piel que se eliminen, es decir, la profundidad a la que se llegue, dependerá del tipo de sustancia química que se utilice.
Este tipo de exfoliación se emplea sobre todo en la piel de a cara, aunque también se debe aplicar en el cuello escote y manos.
Una forma de abrasión mecánica es la que se realiza con “scrub” o “gommage”, que se realiza mediante una sustancia pastosa o gelificada. Este producto se adhiere a la piel y una vez seco se desprende ejerciendo la función de arrastre.
Otra forma mecánica de exfoliar, es la microdermoabrasión con punta de diamante, que quita y aspira las células muertas. Deja la piel suave y favorece la regeneración celular, mejora la elasticidad y el tono.
Además, existen diferentes tipos de láseres para realizar exfoliación. El láser “resurfacing”, por ejemplo, que actúa por vaporización de las células dañadas.
Exfoliación química o “peeling químico”
En muchos casos es el “tratamiento punto de partida”, que prepara la piel para tratamientos posteriores.
Se lo combina con otros procedimientos con el fin de potenciar los resultados. Con hidrataciones, máscaras, nutriciones y mesoterapias.
En el domicilio
La frecuencia de los pulidos dependerá del tipo de piel. En pieles grasas se recomiendan dos o tres por semana, en pieles secas una sola vez es suficiente.
Los peelings químicos deben ser indicados por el dermatólogo, quién decidirá que sustancia usar, cómo y con qué frecuencia aplicarla.
En todos los caso, luego de realizar un peelings, se debe reponer el manto protector hidrolipídico. Colocar crema humectante e hidratante y protector solar, mínimo 50+.