Cómo elegir un buen protector solar
• Asegurarse que cumpla con las normas de seguridad y calidad de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU (FDA).
• Que sea hipoalergénico y que esté testeado dermatologicamente.
• Que proteja de los rayos UV-A y UV-B. • Que sea resistente al agua.
• Usar pantallas físicas en niños y no exponer a los bebes menores de 6 meses.
• Utilizar barras especialmente formuladas para párpados y labios.
• Que sea por lo menos 50+, aunque es importante la formulación, es decir los filtros que tenga.
• Es ideal que contenga vitamina E y ácido ascórbico, por su acción antiinflamatoria y antiage.
La clasificación por fototipos es importante porque ayuda a elegir el protector solar más adecuado, aunque lo correcto es utilizar el que el dermatólogo indique.
Fototipo I: por lo general son pieles muy claras; prácticamente no se broncean y enrojecen con facilidad. Fototipo II: son claras, se broncean en forma mínima y el color dura muy poco tiempo.. Fototipo III : se trata de pieles intermedias, el bronceado se produce en forma gradual. Fototipo IV: son pieles morenas que se broncea con bastante facilidad. Fototipo V : es el caso de las pieles oscuras, se broncean en forma intensa. El fototipo VI : son las pieles de color, que se broncean rápido y muy intensamente
Muy importante
Aun con la protección solar adecuada, se debe evitar la exposición al sol entre las 11 y las 15.
Para tener en cuenta
Usar accesorios para protegerse: sombrero de ala ancha, ropa de trama cerrada y anteojos de sol
Existen medicamentos que pueden ocasionar reacciones en la piel ante la exposición solar. Se debe consultar al médico.
Aun con protección, se debe evitar la exposición prolongada al sol en las horas pico (entre las 11 y las 15).
Usar protector solar incluso en días nublados.
Las nubes dejan pasar el 85% de las radiaciones UV. Aplicarlo, por lo menos, media hora antes de exponerse al sol y renovarse cada dos horas en abundante cantidad. Luego del baño o sudoración excesiva.
En la montaña, en todos los casos, se debe usar anteojos para proteger los ojos.
Deben estar indicados por el especialista oftalmólogo.
Después de un día de sol
1.- Tomar un baño para limpiar la piel
2.- Realizar una exfoliación muy suave con esponja vegetal sin frotar demasiado
3.- Usar crema, emulsión o gel postsolar con vitamina E, que repara los tejidos y otorga sensación de frescura.
4.- Hidratar la piel varias veces al día con cremas que contengan vitamina A y E.
5.- Mantener una adecuada hidratación (beber 2 litros de agua) y llevar una dieta adecuada.
Asesoramiento: Dras. Vanina De Marco y Karina Nadur, dermatólogas, miembros de la Sociedad Argentina de Dermatología, directoras médicas del centro ND Skin, Dermatología Clínica y Estética.